Aunque una de las razones que más nos mueve a los humanos es el de ser amados en una relación de pareja, no hacemos nada más que ver películas y escuchar historias de amor. El humano se caracteriza conforme a lo que los medios y la sociedad le enseñan. Dejando a la suerte y al destino encargados del amor que llegue a su vida.
Esta es la historia de Adriana, quien después de perder a su padre en un accidente cuando era niña, creció con la idea de que algún día tendría el hombre que la amaría por siempre y la protegería por toda la eternidad.
¿Por qué sucede esto?
Desde pequeños, se nos enseñó que si te valoras entonces los demás deberían amarte, pero si nadie te ama entonces, no eres valioso. Así pues, si alguien deja de amarte debes hacer hasta lo imposible para que te vuelva a amar.
Por esta razón, debes buscar el tener ese "algo" para lo que los demás te admiren, que te hagan sentir importante y suficiente. Dejando de lado quién eres y lo que verdaderamente deseas en la vida.
Adriana había soñado con ser escritora y viajar por todo el mundo para enseñar a las personas las historias más perfectas de amor. Desafortunadamente, su sueño no se cumplió y terminó casándose con un hombre que parecía ser el hombre perfecto, pero esta decisión la orilló a dejar su sueño de ser escritora y contar las mejores historias de amor para vivir su propia historia.
En su adolescencia, cuando apenas comenzaba su independencia emocional, empezó a buscar, un amor que fuera solo para ella y que la acompañara toda la vida, un amor que le hiciera el amor todas las noches y la abrazara mientras dormía.
Y, aunque si consiguió un amor así, este duró solo algunos meses, y al poco tiempo se dió cuenta de que ese amor no la rescataría de la adversidad y que menos le daría esa seguridad y felicidad que sus padres no pudieron darle.
Cuando ella pensó haber encontrado ese gran amor, se dió cuenta de que no sabía nada sobre ello y menos sobre sí misma y lo que quería.
Así como Adriana, muchas mujeres y hombres buscan una relación de pareja, la mayor parte del tiempo busca sin saber qué encontrar o qué es lo que realmente necesitan. Y terminan conformándose con lo que hay.
Si buscas un amor desde la carencia o necesidad de tu infancia, quizás termines como Adriana y te arrepientes de no haberle dedicado más tiempo a tu vida, vivir tus sueños y aprender a estar contigo. De vivir tu vida y no los demás. De sanar tus heridas y no huir de ellas.
Estoy convencida que, si se enseñara lo importante que es aprender a amarse y a aceptarse antes de iniciar una vida en pareja, las relaciones serian más prosperas felices y duraderas. Y quizás, si se nos enseñara cómo podemos amarnos, nos ahorraríamos muchos dolores de cabeza.
Hoy te puedo decir que, aunque sigue siendo un desafío el amor en pareja, aprender a conocerte y sanar tus heridas de la infancia puede significar mucho en tu vida, al grado de cambiar tu historia y destino amoroso. Esto algo que veo a diario en mi vida y en la de mis pacientes.
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